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Lo que debe saber sobre el consumo de lácteos desde la niñez

Ingerir lácteos en la infancia ayuda al adecuado crecimiento y desarrollo y, en la edad adulta, favorece el mantenimiento de los depósitos de calcio.

La leche es un alimento esencial para el ser humano, ya que cuenta con nutrientes, proteínas de alto valor biológico, vitaminas A, B1, B2, B12 y D, y minerales imprescindibles para la nutrición.

Su consumo y el de sus derivados es importante en todas las etapas de la vida. Son productos utilizados como ingredientes idóneos en muchos platos, guarniciones y salsas, enriqueciendo nutritiva y gastronómicamente a nuestra alimentación diaria.

Ventajas de los derivados lácteos:

• Presencia de vitamina D, lactosa, y adecuada proporción de calcio-fósforo.
• Mejoran las condiciones de absorción del calcio, en relación a otros alimentos que lo contienen.
• Aportan proteínas de alto valor biológico, equiparables a las de los pescados, carnes y huevos.

“Las Guías Alimentarias del Paraguay recomiendan el consumo de 3 porciones diarias de leche, yogur o queso para mantener los huesos y dientes fuertes”.

Para tener en cuenta:

Al momento de adquirir productos lácteos envasados, se debe leer:

• El etiquetado.
• La fecha de vencimiento.
• Formas de conservación del producto.
• La información nutricional.

Las leches líquidas envasadas y sus derivados deben conservarse a temperaturas inferiores a 5 °C, una vez abierto el envase, según las 5 claves para la inocuidad de los alimentos. Los envasados en sachet deberán conservarse a esas temperaturas inmediatamente luego de comprarlas.

La gran oferta actual de productos lácteos permite:

• Sustituir la leche por sus derivados.
• Posibilita variar al máximo los productos de consumo dentro de este grupo.
• Obtener iguales beneficios nutricionales y mayores ventajas gastronómicas y de aceptación.

Las personas que en principio no podían tomar leche o sus derivados por alguno de sus componentes específicos, disponen de productos especiales obtenidos mediante diversas modificaciones de la leche, con las que se consigue mantener al máximo el valor nutricional del lácteo, adaptándolo a las distintas necesidades (leche y yogur sin lactosa, quesos bajos en grasa y en sodio, etc.).

Los nutricionistas recomendamos las opciones descremadas por la relación del consumo de grasa y las enfermedades cardiovasculares, así como para mantener un control del peso dentro de parámetros saludables.