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Dieta poscirugía bariátrica

Las indicaciones generales, según consensos de distintas asociaciones médicas de cirugía bariátrica y metabólica, es mantener a largo plazo el tamaño de la capacidad gástrica para poder pretender lograr con éxito los beneficios que prometen estas cirugías.

CARACTERÍSTICAS DE LA DIETA

- Volumen de las tomas:

Luego de la cirugía bariátrica la capacidad del estómago queda restringida a volúmenes muy pequeños, dependiendo de la técnica quirúrgica; entre 30-50 ml (técnicas de menor volumen) y 75-100 ml (técnicas de mayor capacidad). Independientemente de la técnica, la recomendación es iniciar la alimentación en pequeños volúmenes (50-100 ml) e ir aumentando gradualmente, lo más lento posible, alcanzando “a largo plazo” (5-10 años) un máximo de 150-200 ml (según pacientes).

Se manejan medidas caseras de equivalencia para medir las porciones y los volúmenes; por ejemplo una taza, un plato de postre, una compotera, todos los recipientes con volúmenes restringidos que eviten volver a agrandar la capacidad gástrica, que sucede cuando progresivamente se aumentan los volúmenes de porciones de alimentos.

- Ingesta de calorías:

La recomendación es que durante los tres meses posteriores a la cirugía el contenido calórico de la alimentación diaria no sobrepase las 800 kcal/día. A partir de los 6 a 12 meses, se inculca al paciente sobre el aprendizaje en la forma de comer, a masticar lentamente hasta que el alimento se deshaga en la boca. Durante este tiempo el reservorio gástrico se dilata ligeramente, por lo que refieren que pueden comer más, y el contenido energético puede llegar a unas 1000 a 1200 kcal/día.

- Consistencia de los alimentos:

Se inicia con una consistencia desde una dieta líquida clara, una líquida completa, la dieta de consistencia puré, y avanzando hacia una dieta normal, en periodos entre 6 a 12 semanas según distintos consensos y protocolos de trabajo, dependiendo siempre del tipo de cirugía y las particularidades de cada paciente.

FASE LÍQUIDA (0 A 4 SEMANAS):

• Se inicia con una dieta líquida clara que se continúa, siempre según tolerancia, con una dieta líquida completa. Esta fase tiene por finalidad el fortalecimiento de las suturas y que se eviten las fugas.
• Se enseña al paciente la ingesta de pequeños sorbos e ir adaptándose a su nuevo estómago de tamaño reducido. En la mayoría de los pacientes la tolerancia a los líquidos es excelente.
• Se debe evitar la distensión abdominal, la aerofagia, las náuseas o vómitos, e insistir en la ingesta de líquidos de manera gradual hasta completar la cantidad diaria necesaria.
• Se indica una dieta de muy bajo contenido calórico, que permita un adecuado aporte de proteínas para preservar la masa muscular, se puede optar por una dieta de base láctea (leche, yogur de consistencia fluida, zumos de algunas frutas), se puede adicionar proteína en polvo o un suplemento con contenido proteico.
• La hidratación es fundamental, se indica 2,5 litros de líquidos por día que puede incluir agua a temperatura templada en su estado natural, infusiones, caldos y bebidas de rehidratación.

FASE SEMISÓLIDA O PURÉ (2 A 8 SEMANAS):

• La consistencia puede ser más o menos espesa según la tolerancia del paciente.
• Se inicia la introducción de proteína en forma de carnes, primero las carnes blancas, con predominio de colágeno y menor contenido de elastina (pescado, pollo, pavo, lomo o lomito de cerdo, huevo), con agregados de hidratos de carbono y grasa mezclados como puré.
• Se tendrá que prestar especial atención a los pacientes que presenten intolerancias a las proteínas animales en forma de carnes, para sustituirlas por suplementos de proteína.

• En esta etapa, se introducen alimentos de consistencia semisólida como huevos revueltos, pasados por agua en forma de tortillas, soufflés, yogur, quesos frescos bajos en grasa.

FASE SÓLIDA O DIETA NORMAL (4 A 8 SEMANAS):

• Se evalúa, se va probando tolerancia y decidiendo la progresión de la dieta. Cuando el paciente se encuentra en buenas condiciones de ingesta de alimentos saludables en general, se libera la alimentación y se vuelve más variada: carnes magras, se inicia la ingesta de carnes rojas primeramente procesadas y bien cocinadas, vegetales crudos, frutas con cáscara incluida, cereales integrales.
• La dieta será siempre baja en grasa y azúcares, y alta en proteína, frutas y verduras.
• Los pacientes deben tener aprendida la limitada capacidad del estómago. No se debe repetir los platos en la misma comida, esto puede producir una sobrealimentación, que llevaría a la mayor ingesta de calorías.

El número de comidas que al inicio de las etapas poscirugías eran de 5 a 6 comidas/día, se deberá ir reduciendo alrededor de los 12 meses hasta 3 a 4 comidas al día.

El descenso de peso es acelerado en los primes meses posquirúrgicos. A medida que pasan los meses se va llegando a la meseta (menor pérdida de peso), que coincide con la mayor capacidad del estómago y un vaciado precoz. Se deben ordenar muy bien las pautas de alimentación que conduzcan a evitar tomas extras de alimentos.

Es importante recalcar que se deberá respetar el tamaño reducido de las porciones, el número de comidas durante el día (evitar el picoteo), insistir en la buena masticación, la misma debe ser lenta y realizar el acto de comer en un ambiente tranquilo y relajado.