El secreto para no aumentar de peso tras adelgazar
1 Octubre 2022
Intentar perder peso puede ser frustrante; no hay que darse por vencido. Lo crucial para mantener una pérdida de peso es seguir con la dieta durante 12 meses más. Ese es el período que requiere el organismo para adaptarse al cambio y para estabilizar en los nuevos niveles a las hormonas que regulan el apetito.
El efecto rebote es uno de los mayores temores de las personas que se someten a dietas para perder peso. Ahora se sabe cuál puede ser la causa de volver a engordar. Conociéndola, podemos establecer medidas para adelgazar y mantenernos en un peso óptimo toda la vida.
Tras una dieta para perder peso, el mayor reto al que nos enfrentamos es no volver a engordar. Pero nuestro cuerpo no nos lo pone fácil. Y recuperar algunos kilos es casi inevitable. Sobre todo, si la bajada de kilos ha sido notable. ¿Por qué ocurre? Probablemente, porque nos falle la voluntad de seguir una dieta menos calórica. Sin embargo, no toda la culpa la tienen nuestros hábitos. Recientemente, se ha descubierto que parte de la responsabilidad es de una hormona, la ghrelina, que envía señales al cerebro diciéndole que debemos comer más.
La ghrelina
Se sintetiza en el estómago, se conoce como la hormona del apetito o del hambre. Forma parte de la respuesta de los sistemas anorexígenos (se segrega leptina, la hormona de la saciedad, para decirle al cerebro que ya no se debe comer más) y orexígeno (entra en juego la ghrelina para que sigamos comiendo).
En personas obesas, esta última está más activa incluso cuando se ha
perdido peso. De hecho, tiene un papel importante en el desarrollo de la
obesidad.
Busque ayuda en un nutricionista
Para evitar volver a incurrir en conductas de riesgo que puedan promover el
efecto yo-yo o rebote, después de haber perdido peso, póngase en contacto
con un buen nutricionista que le realice un seguimiento, incluso online.
Con su apoyo y asesoramiento será más difícil que sucumba al hambre que le
pueda provocar la segregación de la hormona ghrelina.
Párese a comer bien
Uno de los principales pasos para mejorar la relación con la comida es
detenerse a saborear lo que se come, disfrutar de ello y no realizar otra
actividad paralela.
Sea más listo que el hambre
Planificar sus menús semanales también ayuda a comer sano y evitar el
efecto rebote. Un truco: acuda al supermercado habiendo comido (no con el
estómago vacío) y cíñase a los alimentos que va a consumir durante esa
semana. Una buena opción es la compra online que, además de controlar mejor
el gasto y poder ahorrar, evita las tentaciones.
Duerma más
No siempre engordamos por comer demasiado o no hacer ejercicio. Por
ejemplo, los problemas de insomnio pueden provocar un aumento de peso.
Puede perder 1 kilo o 2 intentando mejorar su calidad de sueño o con algo
tan simple como atendiendo a su respiración.
Lic. Ingrid Poka
Nutricionista
Reg. Prof.: 242