Factores de riesgo de los trastornos de conducta alimentaria
1 Febrero 2024
Los trastornos alimentarios suelen comenzar durante la adolescencia y la juventud, aunque pueden producirse a cualquier edad, y cualquier persona puede desarrollarlos.
Ciertos factores pueden incrementar el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios, tales como:
1- Antecedentes familiares
Los trastornos alimentarios son más probables en personas con padres o hermanos que han tenido ese tipo de trastorno.
2- Otros problemas de salud mental
Los traumas, la ansiedad, la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo y otros problemas de salud mental, pueden aumentar las probabilidades de tener un trastorno alimentario.
3- Dietas e inanición
Hacer dieta con frecuencia es un factor de riesgo para desarrollar un trastorno alimentario, en especial si el peso corporal sube y baja constantemente al iniciar y abandonar nuevas dietas.
Existen pruebas sólidas de que muchos de los síntomas de un trastorno alimentario son síntomas de inanición. La inanición afecta al cerebro y puede llevar a cambios en el estado de ánimo, pensamiento inflexible, ansiedad y reducción del apetito. Esto puede hacer que se mantengan la ingesta insuficiente de alimentos o las conductas alimentarias problemáticas y que resulte difícil recuperar los hábitos de alimentación saludable.
4- Antecedentes de acoso por el peso
Las personas que han sido acosadas o sujetas a burlas por su peso son más propensas a desarrollar problemas con la alimentación o trastornos alimentarios. Entre ellas, se incluye a quienes han avergonzado por su peso sus compañeros, profesionales de atención médica, entrenadores, maestros o familiares.
5- Estrés
Los cambios pueden causar estrés, ya sea el comienzo de la universidad, una mudanza, un trabajo nuevo o problemas familiares o de pareja. Y el estrés puede aumentar el riesgo de presentar un trastorno alimentario.
Busque ayuda para los problemas de salud mental, como depresión, ansiedad o problemas con la autoestima y la imagen corporal.
Hable con el proveedor de atención médica si tiene inquietudes sobre sus conductas alimenticias. El tratamiento temprano puede evitar que el problema empeore.
Fuente: CLÍNICA MAYO (EE. UU.)
Lic. Carla Caballero
Lic. en Nutrición
Matrícula Profesional N° 23