Héroes culturales del universo simbólico guaraní: Origen de la mandioca y del maíz
1 Noviembre 2021
A continuación, presentamos una parte del Universo Simbólico Guaraní, en lo referente a los productos alimenticios, con el fin de difundir y apreciar el conocimiento ancestral que, mediante el acceso a la información que hoy día nos facilita la globalización, podemos reinterpretar bajo una concepción más universal. El guaraní, al igual que otros grupos étnicos, así como los griegos inclusive, tienen figuras mitológicas que explican la aparición de los productos que forman parte de la vida diaria.
El héroe cultural es esencialmente el transformador e iniciador del cultivo de las plantas básicas, o el maestro de algunas artes propias del neolítico, como la cerámica, los tejidos, etc. La idea central es siempre una metamorfosis; en virtud de las continuas transformaciones, los héroes culturales llegan a desempeñar su rol de iniciadores.
En la cosmovisión guaraní, el concepto del héroe cultural es, generalmente, el padre de uno de los gemelos; muy difundido en Sudamérica, siendo sus representantes especialmente los pueblos cultivadores de la cultura neolítica.
Héroe cultural de la mandioca
Se presentan dos principales transformaciones:
-La mandioca, transformación de los árboles en racimos de raíces comestibles.
-La mujer, transformación de un tronco del árbol. Es típico para los héroes culturales "plantadores" iniciar la metamorfosis vegetal con la madre.
Al hombre de "buena conducta" enseña el Maira ata el cultivo de la mandioca, es común la duda del ser humano sobre la rapidez mágica del crecimiento de la planta, circunstancia del proceso del crecimiento de la planta. El Maira ata, como todos los héroes culturales, desaparece al cumplir sus transformaciones.
Héroe cultural del maíz
Este héroe tiene varias interpretaciones en toda América, que varían de acuerdo a los grupos y a las regiones. La siguiente descripción corresponde a los descendientes de los antiguos Guaira-Guaraní.
“Los héroes culturales, Ñanderuvusu (nuestro gran padre) y Hyapu-guasúva (el del ruido grande de las aguas), aparecen y vienen en medio de la oscuridad, teniendo en su pecho el " sol" ára (luz). Ñanderuvusu trae un yvyra juasa (maderos cruzados) o cruz, que sirve de puntal de la tierra; los cuadrantes de este yvyra juasa, se llenan con tierra; luego trae agua.
Junto al héroe cultural se halla el Mba'ekuaa (el conocedor de las cosas). La primera acción conjunta fue el "hallazgo de la mujer". Según algunas interpretaciones modernas; la primera desfloración natural de la mujer fue hecha por el Mba'ekuaa, siendo atribuido al héroe cultural un acto mágico. Esta circunstancia originó la transformación de los gemelos como hermanos uterinos, de padres diferentes y concebidos por medios diferentes.
El héroe cultural construye su "koga", casa en el centro mismo de la tierra yvyita, la que es rodeada de campos que ni bien se siembran dan abundantes cosechas, destacándose la maduración inmediata del maíz. Ante la madurez milagrosa de los frutos, la mujer se rebela diciendo que lleva al hijo del Mba'ekuaa y no de Ñanderuvusu; no obstante se va luego al campo. Ñanderuvusu saca su collar grande jasa'a, su diadema o banda frontal jeguaka, toma la sonaja mbaraka y se va, dejando por el camino una señal en donde se bifurca un camino que lleva al país del hombre-jaguar.
Aparece luego desempeñando un rol activo al revivir con el soplo a la mujer Ñande Sy, la madre de los gemelos, procreando al Tupa dueño del oeste y del trueno-relámpago.
Es hallado luego por los gemelos mediante una danza chamánica.
Desde entonces ya no desempeña más el rol activo, quedando en un lugar de oscuridad, iluminado por su ara del pecho. Su función es desde entonces prevenir que los seres malignos, enemigos de la luz y devoradores de los hombres, ataquen.”
En la versión oral de los guaraní hablantes, está viva aún la invocación a los espíritus protectores denominados Jarýi . Existe el Jarýi de las plantas, de los minerales, de las aguas, de los animales, de los juegos y de las casas, a quienes se encomienda el cuidado de los cultivos, la protección de los animales, de las personas y las cosas. Estos espíritus protectores fueron sustituidos en el cristianismo por los santos. Existen numerosos relatos de personas que vieron por ejemplo al ka´a Jarýi, al jakare Jarýi, o al ka´avy Jarýi, por citar algunos.
Margarita Miró Ibars
Historiadora - Investigadora - Escritora - Docente