Cómo favorecer la microbiota en los niños
1 Abril 2023
La microbiota es un elemento fundamental para el correcto crecimiento corporal, el desarrollo de la inmunidad, y por supuesto, la nutrición juega un rol determinante.
Cuando decimos microbiota, nos referimos a la comunidad de microorganismos vivos que residen en el tubo digestivo.
Cada ser humano posee una microbiota desde el útero materno (donde influyen el estilo de vida y la alimentación de la madre).
La forma del nacimiento, el parto en sí cumple un papel importante, pues en ese momento se implantan las primeras bacterias externas en el intestino; la edad gestacional también, un bebé pretérmino tiene una flora mucho menos diversa que uno nacido a término.
La lactancia materna cumple un rol decisivo siendo responsable en el 85% de la implantación de bifidobacterias y retrasa la implantación de enterobacterias.
El destete precoz, así como la introducción de alimentos procesados antes del año juegan un papel negativo. El inicio de la alimentación o alimentación complementaria, y la nutrición durante todo el periodo de crecimiento juegan un papel crucial.
La microbiota intestinal de los niños llega a su fase adulta entre los 2 y 3 años. Se desarrolla desde el nacimiento por medio de:
- La lactancia.
- El contacto físico.
- La respiración.
- Los microorganismos del ambiente.
- El inicio de la alimentación, siendo este un factor totalmente externo que como padres podemos y tenemos la obligación de controlar.
Factores externos que pueden favorecer la buena flora en niños:
- Extender la lactancia el mayor tiempo posible.
- Antes del año: nada de productos procesados, priorizar los naturales.
- Evitar el uso desmedido de antibióticos, y si se debe utilizar, acompañar con probióticos.
- Alimentación equilibrada con buena selección de frutas y verduras altas en fibras: “prebióticos”
- Realizar actividades al aire libre, contacto con la naturaleza, con animales.
- Después del año de edad: alimentos fermentados como yogures o kéfir.
- Una dieta rica en fibras promueve el crecimiento del microbioma comensal, favorece la homeostasis intestinal: banana, manzana, mamón, todas las frutas, variando en colores.
- Proteínas vegetales: elevan la proporción de bifidobacterias y lactobacilos, legumbres, semillas, frutos secos.
- Grasas insaturadas: aumentan las especies beneficiosas, como bifidobacterias y lactobacillus, y activan el sistema inmunitario: aguacate, aceite de oliva, algunas semillas y pescados.
Evitar
- Alimentos procesados: jugos en cajas. Galletitas, helados, pastas y comidas chatarras o, por lo menos, mantener el equilibrio con los alimentos naturales.
IMPORTANTE: Recomendamos una alimentación balanceada y natural de la madre durante el periodo de gestación.
Lic. Rosanna Molas
Nutricionista, Esp. en Alimentación Materno-Infantil
Reg. Prof. N° 446