¿Qué es la nutrición funcional?
1 Marzo 2023
La denominada nutrición funcional es lo que hoy se conoce como nutrición óptima, a la cual se le atribuye el hecho de que existen alimentos, que además de nutrir, mejoran la salud y/o reducen el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades.
El concepto de alimentos funcionales nació en Japón en los años 80. Las autoridades sanitarias de dicho país notaron que para controlar los gastos sanitarios generados por la mayor esperanza de vida de la población, había que garantizar una mejor calidad de vida.
El propósito actual de la nutrición óptima no solamente consiste en consumir alimentos que ayuden a un tratamiento per se o en prevenir el desarrollo de enfermedades, si no a llevar a cabo un envejecimiento de calidad. Cabe destacar además, que la nutrición es uno de los pilares fundamentales para ello, pero no es el todo, entre los mismos están el ejercicio físico programado, el manejo del estrés, la calidad y cantidad de sueño, el uso de fármacos y estimulantes, y los hábitos emocionales.
Para llevar a cabo la nutrición funcional se deben asentar bases de la gastronomía funcional, es decir, abocarse a la unión de la gastronomía - como arte y ciencia de la combinación y preparación de alimentos- y de la nutrición - las bases científicas que estudian el aprovechamiento y el beneficio de los compuestos nutritivos y no nutritivos para el organismo humano.
La gastronomía funcional tiene tres preceptos básicos:
1- La diversidad de los alimentos, siendo la base de la misma los de origen vegetal.
2- El método de cocción adecuado para cada uno.
3- La periodicidad en el consumo: la frecuencia con la que ingresan y cumplen funciones estos compuestos bioactivos
Como factores positivos se encuentran: la mejora de la actividad cerebral, combate la inflamación (muchas enfermedades actuales tienen base inflamatoria), la mejora en el funcionamiento intestinal y la prevención del desarrollo de enfermedades.
Los grandes grupos de alimentos que forman parte de un menú funcional son:
- Las liláceas (cebolla, ajo, cebollita, ciboulette, nira).
- Las coles (brócoli, coliflor, col de Bruselas, nabo).
- Los vegetales de colores , como anaranjados, amarillos, rojizos y violetas.
- Los ácidos grasos mono y poliinsaturados (aguacate, aceite de oliva, aceitunas, semillas, frutos secos).
- Alimentos fermentados (kombucha, kéfir, vinagre vivo, salsas fermentadas).
- Panes con masa madre .
- Cereales y legumbres activados y fermentados previamente a su uso, entre otros.
Lic. Gilda Pane
Nutricionista; Especialista en Nutrición Funcional; Profesional en Artes Culinarias.