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Situaciones especiales en pacientes con cirugía bariátrica

Las técnicas de cirugía bariátrica tienen componentes restrictivos, las mismas producen cambios dramáticos en el tamaño y configuración del estómago, que hacen que algunos pacientes desarrollen síntomas de falta de adaptación a las recomendaciones alimentarias. Para estos pacientes se debe realizar una adaptación personalizada .

Estas situaciones especiales pueden ser:

-Náuseas y vómitos: suelen darse en personas que comen muy rápido o en quienes tragan sin masticar suficientemente los alimentos, o cuando se ingieren alimentos líquidos junto con los de consistencia sólida. También puede causar náuseas o incluso provocar el vómito cuando se exagera con la ingesta de los alimentos, quiere decir que se come por encima de la capacidad del estómago.

La tolerancia a los alimentos es individual cuando se introduce algún nuevo alimento, también puede causar una sensación de intolerancia que se puede traducir como náuseas o incluso el vómito. Para superar estas circunstancias, es muy importante introducir una reeducación alimentaria, adecuada a la situación. Se puede, por ejemplo, facilitar la digestión modificando la textura del alimento, o con la indicación de procinéticos.

Por la experiencia se sabe que, generalmente, estos episodios suelen ser temporales, pero como todo en medicina, cuando los síntomas son persistentes, se debe descartar alguna otra causa, como por ejemplo estenosis del estoma de salida de la cavidad gástrica o patología gastroesofágica (incompetencia del esfínter esofágico inferior, reflujo gastroesofágico patológico, trastorno de la motilidad del esófago, etc.) o incluso crisis de oclusión intestinal.

Cada día del proceso posoperatorio forma parte del proceso de adaptación al nuevo estómago.

-Deshidratación: se da muy seguido en los pacientes con cirugía bariátrica, quienes, al tener un reservorio gástrico más pequeño, ingieren también menos cantidad de líquidos. Se acentúa en quienes cursan con vómitos y/o diarrea.

Se puede identificar si el paciente se encuentra con una deshidratación cuando se siente débil cansado, con cefaleas, visión borrosa. Se debe indicar la ingesta de líquidos de manera casi continua, en sorbos muy pequeños para no golpear el estómago y se debe asegurar la ingesta diaria de un mínimo de 2 litros de líquidos por día.

-Diarreas:es uno de los síntomas muy frecuentes en los casos de derivación biliopancreática. En estos pacientes se puede dar de 2 a 5 deposiciones diarias, que van reduciendo con el transcurso de los días.

Se debe controlar el aporte de grasa en la alimentación para evitar la esteatorrea (aparición de partículas de grasa en las deposiciones).

En caso de sobrecrecimiento bacteriano, diagnosticado mediante el test de hidrógeno exhalado, se indica el tratamiento con antibióticos.

Si persiste la diarrea y aumenta el número de deposiciones, se debe hacer saber al médico cirujano, quien deberá evaluar el cuadro.

-Estreñimiento: especialmente en los primeros meses postcirugía bariátrica, por la baja ingesta de alimentos ricos en fibra y en grasa. La recomendación más importante es fomentar la adecuada hidratación.

La ingesta de verduras y legumbres procesadas, según tolerancia, puede combatir el estreñimiento. El consumo de frutas desecadas como la ciruela, la uva pasa, los orejones de durazno, banana, son también alternativas que pueden ayudar a evitar este síntoma.

Se debe tener especial cuidado con el consumo de las fibras insolubles, que puede obstaculizar la absorción de hierro, calcio, magnesio; para evitar deficiencias de estos minerales.

En los casos necesarios, se puede indicar el uso moderado de laxantes suaves como la lactulosa.

-Intolerancias alimentarias: no se puede generalizar las intolerancias de los alimentos en las personas con cirugía bariátrica, pero se puede mencionar por orden de frecuencia: a la carne roja como peor tolerado, seguida de los vegetales crudos, el pescado, el arroz, el pan blanco, cereales integrales. Las intolerancias pueden producir dolor en la zona alta del estómago, náuseas y vómitos.

A pesar de la indicación de incorporar poco a poco los alimentos procesados, cocinados, etc., algunas personas no logran tolerar la carne roja a lo largo del tiempo.

-Dolor abdominal:es importante diagnosticar la causa; en las personas con cirugía bariátrica puede ser ocasionado por varios motivos, como los procesos intraabdominales agudos (oclusión u obstrucción intestinal, úlceras). Una vez descartadas estas causas, se puede pensar en otras como el exceso de la cantidad de consumo de algún alimento o en la velocidad de la ingesta del mismo.

La mala masticación o el hecho de comer alimentos flatulentos o bebidas gaseosas, el daño producido por los medicamentos consumidos, o la presencia de reflujo gastroesofágico, también pueden ser considerados como causas. En estos casos, se debe recomendar una alimentación líquida por uno o dos días, enfatizando la ingesta en pequeños sorbos, y desaconsejando la ingesta rápida de los alimentos (sopas licuadas, gelatina dietética, leche descremada, infusiones).

Cualquiera sea la circunstancia que se presente en el proceso poscirugía bariátrica, la misma debe ser informada al equipo profesional tratante.

Es importante contar con la opinión del cirujano bariátrico y las indicaciones del nutricionista, quien realizará la prescripción alimentaria adecuada a cada caso.

Ninguna situación especial debe ser minimizada ni considerada de poca importancia o normalizada, corregir los síntomas debería ser de prioridad en el tratamiento; para ello, la comunicación fluida del paciente con los profesionales a cargo del tratamiento es fundamental.