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8 errores comunes al iniciar un plan de adelgazamiento

Cuando una persona decide que es necesario bajar de peso, y tiene la voluntad para hacerlo, suele ser muy común que decida por sí mismo qué comidas habrá que eliminar y cuáles son los alimentos más saludables. Muchas veces, lo hace sin saber demasiado, sin pensar que tal vez está eliminando algún alimento que no debería.

Lo mejor que puede hacer cuando decide comenzar un plan de adelgazamiento, es visitar al nutricionista, para no cometer errores en el intento.

Veremos los errores más comunes al iniciar un plan de adelgazamiento sin el acompañamiento de un profesional de la salud especializado en el tema:

1- Con frecuencia, uno tiende a "prohibir" el consumo de algunas comidas: cuando lo correcto no es eliminar nada, sino saber determinar las cantidades.

2- No elaborar una estrategia: aunque sepa qué comer durante el desayuno, el almuerzo y la cena. También debe definir qué va a comer mientras esté en el trabajo o cuando salga a cenar a un restaurante. Si no cuenta con una buena estrategia, seguramente ganen sus deseos y vuelva a comer como siempre.

3- Comer muchos alimentos de bajas calorías: decidió comer más frutas y vegetales, pero como son de bajas calorías y los digiere fácilmente, comienza a comer una gran cantidad de ellos por día. Que sean bajos en calorías no significa que no sumen calorías.

4- Puede estar siguiendo una dieta sin ningún tipo de balance: para bajar de peso, lo fundamental es aprender a comer en forma balanceada. Una cierta cantidad de proteínas, grasas y carbohidratos son necesarios a diario.

5- Cambios muy abruptos en su nutrición:evitar esos cambios muy bruscos. Darle a su cuerpo el tiempo necesario para adaptarse es fundamental para tener éxito durante la dieta.

6- Nutrición irregular: muchos nutricionistas confirman que sentir hambre es uno de los peores enemigos de la pérdida de peso. Lo mejor para perder peso es comer pequeñas porciones de alimentos bajos en calorías a lo largo del día.

7- Elegir mal lo que bebe:es habitual creer que se come bien, y que sea cierto, pero que a la vez se esté tirando parte de ese trabajo por la borda al elegir fatal las bebidas. Si toma varios cafés o tés al día, y a cada uno le añade un sobre de azúcar, y los mezcla además con bebida vegetal también azucarada, puede que al final del día se sorprenda de la cantidad de azúcar añadido que esas inocentes bebidas están aportando a su alimentación diaria. Tampoco los refrescos, ni siquiera los light o zero, son una elección saludable.

8- Creer que los suplementos compensan una mala alimentación: “No me preocupo de lo que como, pero tomo vitaminas y minerales en suplementos y así no me falta de nada”, craso error. Ninguna pastilla puede suplir una dieta saludable. Los alimentos tienen muchos otros componentes, además de una matriz que los contiene, que hace que no sean sustituibles por píldoras. Y si, además, lo que comemos no es saludable, ningún suplemento lo va a compensar. Los suplementos son muy útiles cuando se necesitan, en forma y dosis adecuadas, que deben ser pautadas por un profesional.

“Si está pensando en comenzar un plan de adelgazamiento y no quiere poner en juego su salud, lo más recomendable es visitar a un nutricionista que le aconseje sobre qué alimentos debe comer y cuál es la cantidad ideal”.