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Primeros auxilios en la escuela: Afecciones, accidentes, alergia o intolerancias alimentarias

Todos queremos confiar en que dejamos a nuestros pequeños en buenas manos al dejarlos en la escuela; necesitamos la tranquilidad y la certeza de que todo va a estar bien, independientemente de que al ser pequeños están expuestos a accidentes o a tener percances en su día a día por más precaución que a veces se pueda tener. Por ello, las guarderías, escuelas y colegios deben estar preparados y alertas para poder ofrecer primeros auxilios en caso de que algún alumno lo necesite.

Podemos definir a los primeros auxilios como las técnicas y procedimientos inmediatos, la primera asistencia, que se brinda a quien lo necesite posteriores a un accidente o enfermedad repentina.

Tiene como objetivos:

• Prevenir que el paciente se agrave.
• Alertar al sistema de emergencias (llamar a la ambulancia para llegar al hospital más cercano).
• Socorrer al enfermo (calmar las reacciones alérgicas o el dolor, intentar detener el sangrado, etc.) y eventual control de signos vitales.

Muchos colegios cuentan con protocolos de llamados de emergencia a centros de ambulancia u hospitales en casos de urgencia, mientras que otros cuentan con enfermeras calificadas quienes es muy importante que sepan cómo actuar.

Los casos más frecuentes:

• Alergias alimentarias o de otro tipo.
• Fiebre.
• Convulsiones.
• Sangrados.
• Contusiones, golpes o fracturas.

¿Qué hacer en esos casos más frecuentes?

a. Alergias alimentariaso de otro tipo : en niños con ronchas, eliminar el agente causal (comida, picadura de insecto), y eventualmente, administrar un corticoide o antialérgico si la reacción es muy importante. En niños asmáticos con crisis de tos, dejarlos bien sentados para que respiren mejor, y de ser necesario, realizar rescate con salbutamol en nebulización o aerosol.

b. Fiebre: además de verificar si realmente tiene fiebre (desde 38 ºC o más) o febrícula (de 37.5 º a 37.9 ºC), se puede desabrigar al niño y poner paños templados para ayudar al descenso de la temperatura y eventualmente ofrecer, si es necesario y está autorizado, paracetamol.

c. Convulsiones: mantener la calma y colocar al paciente en una superficie segura, de costado, sin obstáculos con los que se pueda lastimar. Si tuviera un diagnóstico conocido de epilepsia y se encontrara consciente, se podrá administrar su medicación según el protocolo del neurólogo tratante.

d. Sangrados:se procederá a la compresión del lugar de la herida con apósitos limpios, previa limpieza con agua corriente de la zona. En caso de sangrados nasales, se podrá hacer un pequeño taponamiento nasal previa compresión con algodón estéril o gasa.

e. Contusiones, golpes o fracturas:intentar no movilizar la zona, de preferencia inmovilizarla si se sospecha de alguna fractura; según el dolor, se podría colocar hielo o analgésico en forma local.

Lo fundamental a tener en cuenta

Ante una situación de emergencia, que los docentes y directivos que se estén ocupando de la circunstancia guarden la calma para actuar con cordura y rapidez, ya que se debe transmitir calma y no angustia al niño.

En todos los casos, lo importante y fundamental es prevenir este tipo de situaciones, tomando todos los recaudos y medidas. Cada unidad de enfermería debe contar con los números de teléfono de emergencia, un pequeño historial médico de cada niño para saber qué alumnos eventualmente tienen una condición de base que podría necesitar ayuda (epilepsia, diabetes, asma, alergias alimentarias), las medicaciones que frecuentemente utilizan y cuáles se podrían administrar previa autorización.

Tener a mano un botiquín con materiales para primeros auxilios: curitas, yodo, algodón, gasa estéril, alcohol rectificado, saturómetro, termómetro, equipo de control de signos vitales y presión arterial, crema para golpes y quemaduras. Es importante que el equipo de docentes maneje nociones básicas de reanimación cardiopulmonar.