Trastornos de la alimentación en adolescentes
1 Setiembre 2022
Los trastornos de la alimentación son afecciones graves que se relacionan con las conductas alimentarias que afectan negativamente la salud, las emociones y la capacidad de desenvolverse en el día a día. Los trastornos más frecuentes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, y el trastorno alimentario compulsivo.
La mayoría de los trastornos de la alimentación se caracterizan por estar pendientes excesivamente del peso, la figura corporal y la comida, lo que causa conductas alimentarias peligrosas. Estas conductas pueden tener una repercusión en la capacidad del cuerpo de absorber, digerir o utilizar los nutrientes, y el estado de salud puede verse comprometido.
Los trastornos de la alimentación pueden causar daños en:
-El corazón.
-El aparato digestivo.
-Los huesos.
-Los dientes.
-La boca.
-Y derivar en otras enfermedades.
Síntomas
Los síntomas varían en función del tipo de trastorno de la alimentación. La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno alimentario compulsivo, son los trastornos de la alimentación más frecuentes.
Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa, o «anorexia», es un trastorno de la alimentación potencialmente mortal que se caracteriza por un peso corporal anormalmente bajo, un gran temor a aumentar de peso y una percepción distorsionada del peso o de la figura corporal. Las personas con anorexia hacen todo lo posible por controlar el peso y la figura corporal, lo que frecuentemente afecta de manera importante la salud y las actividades cotidianas. Limitan la ingesta de calorías o usan otros métodos para bajar de peso; por ejemplo, se ejercitan demás, toman laxantes o suplementos dietéticos, o vomitan después de comer.
Bulimia nerviosa
La bulimia nerviosa, es un trastorno de la alimentación grave y mortal. Transita con episodios de atracones y purgas que incluyen la sensación de pérdida de control sobre la alimentación. Muchas personas con bulimia también restringen lo que comen durante el día, lo que suele causar más episodios de atracones y purgas. Durante estos episodios, es normal que consuman una gran cantidad de alimentos en un tiempo corto, para luego intentar deshacerse de las calorías extra de una manera poco saludable. Debido a la culpa, la vergüenza y el temor intenso a aumentar de peso por comer en exceso, pueden provocarse vómitos, pueden ejercitarse desmesuradamente o pueden usar otros métodos, como los laxantes, para deshacerse de las calorías.
Trastorno alimentario compulsivo
En el trastorno alimentario compulsivo, habitualmente comen en exceso (atracón) y tienen la sensación de pérdida de control sobre lo que comen.
Comen con rapidez y más de lo que tienen pensado, hasta sentirse demasiado lleno. Después del atracón, puede aparecer la culpa, el enojo o vergüenza por la conducta y por la cantidad de alimentos consumidos.
Trastorno de rumiación
El trastorno de rumiación es la regurgitación repetida y continua de los alimentos después de comer, pero que no se debe a una enfermedad ni a otro trastorno de la alimentación, como anorexia, bulimia o trastorno alimentario compulsivo. La comida vuelve a la boca sin náuseas ni arcadas, y puede que la regurgitación no sea intencional. A veces, los alimentos que se regurgitan se mastican nuevamente y se vuelven a tragar, o bien se escupen. El trastorno puede derivar en desnutrición, si los alimentos se escupen o si la persona come mucho menos para evitar la conducta. El trastorno de rumiación puede ser más frecuente en los niños pequeños o en las personas que tienen una discapacidad intelectual.
Para tener en cuenta:
-Estos trastornos se manifiestan comúnmente en la adolescencia y los primeros años de la adultez, aunque pueden aparecer a otras edades.
-Con tratamiento, puede volver a tener hábitos alimentarios más saludables y, a veces, revertir las complicaciones graves causadas por el trastorno de la alimentación.
-El tratamiento debe ser multidisciplinario: nutricionista, psicólogo, clínico o pediatra; en el caso de realizar actividad física a modo de compensar muchas veces atracones, se debe estar en comunicación con las personas encargadas de la actividad que realicen los adolescentes; es muy común observar estos trastornos en bailarinas, pero no deja de estar presentes en los varones que optan por ir al gimnasio.
-La actividad es sumamente beneficiosa, pero en estados de riesgo de bajo peso o desnutrición, deshidratación y modificaciones en el organismo puede volverse un factor de riesgo.
Existen otros trastornos de la conducta alimenticia, cualquiera de ellos merece una atención especializada, la familia debe entender que es pilar importante en el tratamiento, que suele ser largo y de por vida. |
Lic. Rosanna Molas
Nutricionista, Esp. en Alimentación Materno-Infantil
Reg. Prof.: 446