¿A qué se le llama “tumba metabólica”?
1 Diciembre 2022
Luego de vivir a “a dieta” por mucho tiempo y habiendo logrado muy buenos resultados en repetidas ocasiones, suele suceder que con el correr del tiempo, a pesar de realizar todos los esfuerzos, restringiendo la ingesta de calorías y realizando ejercicios físicos como siempre se ha hecho, no se logra el mismo descenso de peso, tal y como sí se solía lograr en las numerosas oportunidades anteriores. Es así que surge la interrogante de qué es lo que pudo haber pasado con el metabolismo. Estas son las ocasiones en las que se suele sugerir que aparece lo que se llama: TUMBA METABÓLICA.
Se puede afirmar que la tumba metabólica se da como consecuencia a un daño en el metabolismo, es decir, que el metabolismo como tal, deja de funcionar correctamente. Según se entiende, se produce cuando el organismo disminuye su capacidad de utilizar las calorías ingresadas al cuerpo luego de la ingesta de alimentos, como consecuencia se deja de perder peso y se deja de eliminar la grasa corporal. Tampoco se logra conseguir resultados positivos con la práctica de la actividad física. Esto quiere decir que, aunque se realice una dieta muy restringida y se practique regularmente entrenamiento físico, no se obtiene los resultados esperados.
¿Cuál sería la causa de a ingresar a la tumba metabólica?
Los estudios sugieren que las causas principales de un daño metabólico instalado son las dietas muy restrictivas o el ejercicio aeróbico muy intenso. En la mayoría de los casos se suele dar en personas que llevan a la práctica una combinación de ambas causas. El organismo tiene en realidad una maquinaria metabólica cuyo proceso es bastante complejo. Cuando sometemos al cuerpo a un déficit calórico excesivo, los resultados inmediatos son sorprendentes, al principio. Este déficit permite que el organismo reaccione utilizando la grasa de reserva para obtener energía. El descenso de peso, en consecuencia, es acelerado durante el tiempo inmediato, pero limitado a unas cuantas semanas.
Transcurrido ese tiempo, el organismo inicia el proceso de adaptación a esta nueva realidad gracias a un mecanismo llamado“termogénesis adaptativa”. El metabolismo basal (la energía que necesita el cuerpo para realizar sus funciones básicas), va reduciendo ajustándose a la medida, hasta compensar ese déficit calórico. Es decir, como lo haría cualquier buen administrador, reduce los gastos, adecuando a los ingresos de calorías ingeridas. Por más que se restrinja la ingesta de alimentos y se intensifique la práctica de la actividad física aeróbica, el organismo deja de perder peso y grasa, debido a que el cuerpo se ha adaptado a la nueva situación de cantidad de ingesta y de rigor de actividad física. Las personas que llegan a este punto redoblan los esfuerzos, limitando aún más la ingesta y aumentando la intensidad de la actividad física, pero al no lograrlo, la tendencia es que decidan abandonar todas estas prácticas debido a la sensación de fracaso.
¿Cuáles son los síntomas de la tumba metabólica?
-La no pérdida de peso a pesar de realizar restricciones en la alimentación diaria y la práctica regular de actividad física.
-Sentir fatiga, que aparece como consecuencia de no consumir las suficientes calorías.
-No lograr conciliar el sueño o dormir más de lo debido.
¿Cómo se sale de la tumba metabólica?
Se debe iniciar un proceso lento, pero perdurable a lo largo del tiempo. Se suele iniciar con lo que se llama reseteo metabólico, que en un término más coloquial sería como reiniciar el metabolismo.
Para lograrlo se debería tomar una serie de medidas como:
-Acrecentar el tiempo de la actividad física, esto es aumentar la duración y no la intensidad.
-Pasar más tiempo parados que sentados (además del tiempo del ejercicio físico rutinario). Se sabe que, si una persona realiza actividad física metódica de 1 hora diaria, pero luego va al trabajo y se pasa sentado por 8 horas o más, no contrarresta la actividad física realizada anteriormente. Se recomienda incluso, realizar trabajos en computadora, de pie y no sentados, estacionar a cuadras del punto de trabajo o de destino, evitar el uso del ascensor, prefiriendo las escaleras, establecer las pausas activas, al menos cada 2 horas, etc.
-Realizar ejercicio anaeróbico, que promueva el crecimiento de la masa muscular, con levantamiento de pesas o trabajando con el peso del propio cuerpo. El crecimiento de la masa muscular permite que se utilice la energía, lo que significa mayor gasto calórico.
-Optar por una alimentación de calidad, consumiendo mayor cantidad de fibras, apostando por una alimentación funcional que permita incrementar alimentos con mayor contenido de nutrientes específicos y consecuentes beneficios orgánicos, podría colaborar para que el organismo logre salir de este estado de tumba metabólica. El gasto metabólico que generan estos alimentos funcionales, ricos en fibras, vitaminas, minerales, antioxidantes como los polifenoles, para poder ser absorbidos, genera un aumento del consumo calórico en un porcentaje cercano al 10% más de lo que genera como gasto metabólico los alimentos menos ricos en nutrientes beneficiosos, como los azúcares simples, alimentos procesados y ultraprocesados.
Las estrategias de reinicio metabólico permiten al cuerpo lograr desintoxicarse, conseguir el descenso de peso y controlarlo a lo largo del tiempo, instalando para siempre una sensación de bienestar, las mismas que facilitan los mecanismos para que el metabolismo mejore y el organismo responda a los estímulos de la manera más óptima.
Dra. Yenny A. Barrios V.
Nutricionista Clínica
Reg. Prof.: 573